Me ha encantado este post, Exploring the software behind Facebook, sobre el software que hay detrás de Facebook y cómo la propia empresa cuenta con mucha gente en I+D para hacer posible que funcione teniendo 570 billones (supongo que americanos) de páginas vistas al mes y creciendo. Una de las cosas más interesantes es que Facebook no se dedica a hacer o usar software propietario, sino que usa código abierto y contribuye activamente al mismo.
Esta estrategia le permite beneficiarse de las ventajas del open source y, sobre todo, poder contar con nuevos programadores que seguramente ya conozcan bien las herramientas utilizadas dentro, a pesar de no haber trabajado antes para ellos. Facebook sigue un poco la línea de Google de apertura hacia la comunidad de desarrolladores que tan bien les funciona.
Entre el software que han ido desarrollando, me llama especialmente la atención Hiphop for PHP, que transforma el código PHP en código C++, mucho más eficiente en cuanto a recursos. De esta manera, pueden desarrollar en uno de los lenguajes más extendidos (sino el que más), pero servir páginas con menos recursos de servidores. Sin duda una innovación muy lograda.
El primer blog que empecé fue personal, para contar a mi familia y mis amigos, allí donde estuvieran, mis peripecias, pensamientos, compartir mis fotos y videos. En la época en la que estuve de Erasmus en Suecia fue un gran aliado. Mis conocidos comentaban en mis posts y había una comunicación continua, que de otra manera hubiera sido más indirecta.
Y entonces llegó Facebook…
Las redes sociales, cuando se popularizan y se convierten en una herramienta más sencilla para mantener actualizados a tus conocidos de tus vaivenes personales, van haciendo que poco a poco te olvides del blog. Además, da mucha más seguridad compartir tus fotos, impresiones y demás a través de una red cerrada, en la que sabes quienes son tus lectores. No me hace nada de gracia que un posible cliente o colaborador profesional se dedique a investigar si viajo mucho, si me emborracho o si opino sobre política.
Aunque quizá en Facebook no acabo de soltarme tanto como lo hacía con el blog, algo paradógico. Se supone que los que me van a leer son realmente gente cercana (no admito en Facebook a contactos profesionales, para eso está Xing y Linkedin). Creo que es porque en Facebook no está del todo bien planteada la funcionalidad de postear texto, o por lo menos es muy poco utilizada. Y la cantidad de información que se te muestra te distrae tanto que ni siquiera piensas en escribir. Parece que la función de cotillear supera a la de publicar.
¿Suponen las redes sociales el fin de los blogs personales? En mi caso lo ha supuesto y supongo que en mucha otra gente también. Así como los chats no pueden con el Messenger, el blog personal pierde la batalla cuando se enfrenta a las redes tipo Facebook.